viernes, 4 de diciembre de 2009

Matilde de Abelleyra Tesis IUNA, Artes Visuales


TESIS

"La impronta europea en la cultura argentina". Nuestros escritores, Alicia Jurado y Jorge Luis Borges y nuestros pintores Guadalupe Aparicio y Nora Corradetti, juegan por nosotros esta partida

HIPOTESIS

Buenos Aires, ciudad fundada con fines de estrategia comercial, mira hacia Europa. Lo que ahora necesitamos saber es si de la pluralidad de propósitos puede resultar una unidad cultural que equivalga a la unidad de su estilo arquitectónico. Ella también está en un orden de relación con la historia, la religión, el derecho y la cultura.
La impronta europea aparece a flor de piel, la sentimos en sus edificios, sus plazas y también en sus esculturas; "El último de los centauros" del escultor francés Bourdelle es un ejemplo de ello. Al mirarla no podemos dejar de ver las inscripciones, marcajes de seres casi anónimos que añoraron la duración. A veces la limpian y sus restos borroneados parecen un palimpsesto donde le tomamos el pulso a la ciudad. Grabado en el bronce aparece un número de serie y el nombre del fundidor que nos recuerdan que tien dueño, que no es enterramente nuestra, que nuestras inscripciones no alcanzaron.
Somos el producto de una impronta pero también somos tanargentinos que lo sabemos de todos modos; Buenos Aires no es Argentina como Latinoamérica no es Europa.
De esta forma es la impronta europea que se deja ver en la literatura, el arte, la filosofía y la arquitectura de la ciudad de Don Pero de Mendoza y, como dijo Ezequiel Martínez estrada: "...una ciudad inestable y atróz reposa muda y quieta dentro o debajo de las otras." "...nada la simboliza mejor que la estatua del fundador, con gesto despótico, señalando con todo el brazo hasta el índice, la tierra en que debemos residir..."
En la presente tesis ellos, los europeos y nosotros los argentinos, jugaremos una partida de ajedrez que incluye en si misma la conciencia, la reflexión y la fantasía. Con este juego vamos a pensar la cultura con su componente ludico. Cada jugador será una movida cultural y en el desarrollo del juego tendremos la oportunidad de demostrar que existe una impronta europea en la cultura argentina; que por medio de la creatividad y la imaginación la hemos transformado haciéndola nuestra y que, a través del diálogo y el juego podemos delimitarla. Los invito a esta fiesta, un convite y una celebración, para que pasemos juntos este tiempo. Será un diálogo entre lo que tenemos de europeos y lo que tenemos de americanos.
Jugamos con figuras rojas y azules, no son blancas ni negras como es habitual, el tablero tien también los escaques rojos y azules. Pasamos por el largo viaje del ajedrez de Oriente a Occidente, su evolución durante la Edad Media y la Modernidad y su travesía a lo largo del Iluminismo y el Romanticismo. Los rojos somos nosotros, loa argentinos: impulsivos, intuitivos, abiertos a la magia, soñadores, fogosos, románticos, desordenados, cálidos, inconscientes, hospitalarios. Loa azules representan tanto en su color como en sus formas la racionalidad de Europa . Son formales, anticipan siempre sus jugadas, planificadores, democráticos, amantes de la libertad, soberbios, defenors de lo derechos humanos, tradicionalistas, ecologistas, cultos, trabajadores, conservadores.
Esta estatuilla de la diosa de las cosechas, nuestra Pacha Mama y este soneto de Jorge Luis Borges "Ajedrez" comienzan esta partida. Recorramos juntos estos movimientos que nos representan en lo que tenemos de argentino-europeos.

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