jueves, 10 de diciembre de 2009

Desarrollo de la tesis. Matilde de Abelleyra

Comienza la partida con nuestro Borges,

NOSOTROS, los argentinos
I
En su grave rincón, los jugadores
Rigen las lentas piezas. El tablero
Los demora hasta el alba en su severo
Ambito en que se odian los colores.

Adentro irradian mágicos rigores
Las formas: torre homérica, ligero
Caballo, armada reina, rey postrero,
Oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
Cuando el tiempo los haya consumido,
Ciertamente no habrá cesado el rito.

En el oriente se encendió esta guerra
Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
Reina, torre directa y peón ladino
Sobre lo negro y blanco del camino
Buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
Del jugador gobierna su destino
No saben que un rigor adamantino
Sujetan su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(La sentencia es de Omar) de otro tablero
De negras noches y de blancos días

Dios mueve al jugador y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonía?

Jorge Luis Borges


ELLOS, los europeos

Hablemos entonces de la conquista. Los que contribuimos a ella sentimos que un universo nuevo y recuperado, permeable, complejo, fecundo, nació del contacto entre las culturas. Como europeos les legamos el idioma español, vehículo espléndido que les sirve para expresar su esencia de pueblo sudamericano.
Nuestra lengua ya había aprendido antes a hablar en fenicio, griego, latín, árabe y hebreo; estaba lista para recibir los aportes mayas y aztecas, enriquecerse con ellos, darles flexibilidad, imaginación, comunicabilidad y escritura. Detrás de España penetró Europa con su ciencia y su técnica, sus humanidades, su arte, su música, sus animales y sus plantas. La brecha abierta por los conquistadores significó para América recibir los bienes de la cultura universal.
¿Qué recibimos a cambio de los argentinos? Nada, en lugar de otra historia como en el Perú y México, nos dieron solo la "ausencia de historia", la "inmensidad", "las tierras sin cultivar", "las lejanías sin nombrar"... Sus culturas mas antiguas: Tafí, Condorhuasi, la Ciénaga, construían viviendas con paredes de piedra, máscaras y menhires. Alfarería tosca cuando en el año 700 d.c. nosotros vivíamos la gloriosa Epoca Carolingea. Progreso y conquistas por nuestro emperador Carlomagno, árbitro de Europa. Reforzó el respeto por la ley y el derecho. Ya por ese entonces tenía un especie de Ministro de Educación Nacional y los letrados de su corte organizaron una academia. Se fundaron escuelas en cada catedral y monasterio y, lo que es mas importante, las escuelas palatinas formaban hombres para el servicio del Estado: teníamos funcionarios educados. Recuerden también que en 1450 comenzó en Europa la época de la Ilustración, los funcionarios pasaron a ser ilustrados.

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